Excelencia operativa

(CV-1) Para el manejo y conservación de los suelos, hemos establecido la siembra de coberturas naturales en los cultivos, que permiten la retención de la humedad, previenen la presencia de enfermedades que puedan afectar el desarrollo de las plantas y generan un incremento microbiológico, reduciendo la pérdida de suelos por escorrentía y el uso de agroquímicos.

Dentro de los controles que realizamos periódicamente en nuestros cultivos, para garantizar una estabilidad y supervivencia, establecemos controles de malezas, controles integrales de plagas y enfermedades, con énfasis en la Sigatoka Negra, para el caso de nuestros cultivos de banano. Nuestro reto está enfocado en disminuir la carga química y migrar a controladores orgánicos.

(CV-5) Monitoreo y control de labores agrícolas

El monitoreo de las enfermedades que puedan afectar nuestros cultivos de banano se realiza semanalmente, para mantener tendencias en el tiempo. Lo que permite acondicionar el proceso de toma de decisiones, con base en los históricos de semanas anteriores.

Contamos con un equipo de Control de Calidad y Auditoría, que evalúa y rechaza los productos que no cumplen con las especificaciones de los clientes. Sin embargo, cada finca es responsable de cumplir con estos requerimientos.

(CV-4) Control de malezas por medio de coberturas naturales y adecuación de suelos

En lo referente a las coberturas nobles, contamos con suelos que gracias a sus características permiten utilizar las coberturas en gran proporción, lo que favorece la reducción de herbicidas, que al absorber la humedad, cumplen el papel de proteger el cultivo de plagas, de forma natural, evitando el uso de agroquímicos.

Para el control de la Sigatoka existen áreas donde tenemos 2.000 milímetros de lluvia y otras zonas donde caen 4.000 milímetros aproximadamente. Con base en esto, se definen ciclos de fumigación en nuestros cultivos que permitan garantizar eficientemente, y más importante aún, con un impacto menor en el ambiente, la calidad de la fruta, a partir de buenas prácticas agrícolas.

  • Plan de nutrición en cultivos

Nuestros programas de fertilización consisten en aportar todos los nutrientes requeridos por el cultivo, con el fin de optimizar los rendimientos; para esto contamos con la aplicación de fertilizantes en mezclas físicas y enmiendas, para aportar los requerimientos establecidos previamente en los análisis de suelo y foliares.

El plan de nutrición fue ejecutado en las 39 fincas de Banacol, utilizando fertilización edáfica, fertilización foliar, bioestimulación, biofertilización y enmiendas. Una de las herramientas utilizadas para el diseño del plan de nutrición es el análisis de suelos y foliares; las muestras para estos análisis fueron tomadas en el 100% de las fincas a mediados del mes de julio, con el objetivo de poder realizar los ajustes requeridos antes de finalizar el año y proyectar los planes de nutrición del próximo año.

Para suplir las necesidades de algunas zonas productivas, dadas las condiciones climáticas, contamos con sistemas de riego en algunas fincas que lo requieren. Para ello, cada finca tiene establecidas mediciones relacionadas con las precipitaciones, evaporación, temperatura y profundidad del nivel freático.

A partir de esos registros, se elaboran balances hídricos de aportes y pérdidas de humedad y se toman decisiones encaminadas a establecer los ciclos de riego o drenaje de los suelos.

En el sistema de riego hemos migrado de combustibles fósiles a componentes eléctricos, para disminuir su uso y ser más amigables con el medio ambiente.

Esquema de bioseguridad para la protección del cultivo frente al Fusarium R4T

El Fusarium oxysporum f.sp. cubense raza 4 tropical es un hongo que se propaga fácilmente en los cultivos de banano y plátano, ocasionando esterilidad del cultivo hasta por 30 años. Desde junio de 2019 se reportó su presencia en Colombia y, a partir de ese momento, Banacol emprendió acciones enfocadas en la sensibilización y generación de cultura, para evitar que el hongo ingrese a las fincas.

Durante el 2020, el programa de control de Fusarium estuvo enfocado en la prevención del ingreso del patógeno.

Replicamos la estrategia de prevención de la enfermedad en 37 de las 39 fincas, mediante la implementación de un
plan piloto iniciado en el año 2019, con proyección de cierre para enero de 2021.

Adicionalmente, se implementaron todos los protocolos de bioseguridad Fusarium diseñados desde 2019:

  • Política de Bioseguridad y Protocolo de ingreso y salida de empleados y contratistas permanentes en fincas.
  • Protocolo de preparación de mezcla desinfectante, uso y manejo de residuos.
  • Protocolo de ingreso y salida de visitantes en fincas.
  • Protocolos de identificación y tratamiento de la enfermedad.
  • Protocolo de registro y control de sistema biométrico.
  • Protocolo de desinfección vehicular.

Algunos indicadores:

En el año 2019 se contó con 375 hectáreas de coberturas nativas y para el año 2020 se incrementaron a 435, lo que representa un incremento de 60 ha de coberturas nobles.

Se adecuaron para siembra 262 ha completas (adecuación en red de drenajes, cambio de variedad y densidad, densificación de riego).

Avanzamos en la disminución de los ciclos de fumigación aérea, a partir del uso de bioestimulantes,lo que ha permitido una reducción de agroquímicos y procesos más limpios y responsables con el medio ambiente.

Se redujo en un 3% el consumo de agroquímicos para el control de malezas.

Para el próximo año se propone alcanzar las 1.000 ha con coberturas nobles y mantener la disminución del 2% en el consumo de herbicidas.